Lanzamos una calculadora de CO2 con la que podremos plantar árboles en futuros bosques autóctonos con unos pocos clics.

El cambio climático está despertando conciencias, aunque no precisamente las de las grandes empresas contaminantes, sino las de personas que, a título personal, buscan cómo compensar su huella y luchar contra el cambio climático. Plantar árboles es una de las mejores maneras de hacerlo pero, a nivel individual, no parece sencillo ni accesible.

La Fundación Lurgaia Fundazioa ha incorporado en su web lurgaia.org una calculadora de CO2 en la que, con unos cuantos clics, podemos medir esa huella y compensarla plantando árboles autóctonos en bosques de aquí.
Aunque no seamos la causa principal del problema, casi todo lo que hacemos tiene un impacto en el medio y por eso debemos responsabilizarnos de nuestra parte, pero ¿cómo?
Primero: reducir. La calculadora nos ofrece consejos para minimizar nuestra huella. No se trata de contaminar con la conciencia tranquila sino de compensar lo que ya no podamos reducir.
Segundo: calcular. Los desplazamientos de trabajo o de ocio, el consumo de gas, electricidad, etc. de un hogar o de una empresa o, incluso, de un evento… La calculadora nos dirá cuánto CO2 hemos emitido y cuántos árboles debemos plantar para compensarlos, el precio y varias opciones para el pago.
Tercero: plantar. La propia Fundación Lurgaia se encargará de plantar. Pero no cualquier árbol y en cualquier lugar, sino árboles y arbustos de especies autóctonas que se plantarán en el bosque de Undabaso, el futuro bosque mixto más grande de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y el segundo de Bizkaia.



Así que, además, se favorece un proyecto local y altruista, que trabaja por los bosques locales y su biodiversidad y no por el beneficio económico, como sí ocurre en el mercado de compensaciones tradicional. Estos árboles no se talarán y podrán permanecer absorbiendo carbono cientos de años. Mucho más que compensar emisiones.

En sus 22 años de historia, la Fundación Lurgaia Fundazioa ha plantado cerca de un cuarto de millón de árboles y arbustos de especies autóctonas en las más de 850 hectáreas que están recuperando en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Asturias o Cantabria. Muchos de esos árboles se han plantado, además, con la ayuda de su enorme red de voluntariado, a la que las personas interesadas pueden adherirse también a través de la web.
