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CALCULA Y COMPENSA TU HUELLA DE CO2

Recuerda, no todas las compensaciones son iguales. Estos son nuestros criterios.

Cuestión de conciencia

La compensación de emisiones NO consiste en contaminar con la conciencia tranquila
Es una herramienta para compensar lo que ya no podemos reducir más.

Criterios ecológicos

Esta iniciativa no es una más del mercado de emisiones mundial, si no que se rige por criterios medioambientales y de conservación de la biodiversidad.

Bien común

No plantamos árboles y arbustos para obtener beneficio económico, sino para recuperar bosques autóctonos que nunca serán talados y se dedicarán a conservación.

Calcula

Con esta CALCULADORA, te ayudaremos a compensar lo que ya no puedas reducir. También puedes compensar las emisiones de un evento o de un viaje.

CALCULA tus emisiones con este cuestionario.

Toma conciencia del impacto que generan tus desplazamientos y el consumo energético de tu hogar, oficina, negocio o pequeña empresa.

Ten en cuenta que es un cálculo aproximado, ya que no tiene en cuenta otras emisiones asociadas a nuestro estilo de vida y consumo.

Una vez calculado, te diremos cuántos árboles debes plantar. No te preocupes, nosotr@s lo haremos por ti.

Solo te llevará un momento

Reduce al máximo tu huella

Hay 1.000 cosas que podemos hacer.

Si 1.000 es demasiado para empezar, no te agobies.

Empieza con unas cuantas y ve sumando poco a poco.

Lo esencial: la mejor energía es la que no consumimos.

Reduce

Está claro que nuestro modelo de consumo debe cambiar: consumir menos y de cercanía.

Valora

Un cambio de electrodomésticos o de coche puede ayudar pero requiere una inversión y más consumo de recursos.

Re, Re, Re, Re, Re

Para y piensa ¿lo necesito? Rechaza, Reduce, Repara, Reutiliza y Recicla. Por ese orden de importancia.

Cambiemos

Un cambio de hábitos de consumo tiene un coste cero. Busca el equilibrio.

En casa

Algunos consejos para reducir las emisiones en casa:

Cada vez más y más aparatos consumen energía.

  • Reflexiona y compra solo los necesarios y los de mayor eficiencia energética que, a la larga, salen más baratos.
  • No uses el stand by. Apaga o desenchufa la tele, el ordenador, etc. Una buena solución son las regletas con botón de apagado.
  • En casa, vístete acorde a las estaciones.
  • No enciendas la calefacción antes de llegar a casa. Programa el termostato solo el tiempo necesario y apágalo si no vas a estar.
  • Revisa el aislamiento de puertas y ventanas.
  • En invierno, baja las persianas por la noche para evitar la pérdida de calor.
  • No coloques nada delante o encima de los radiadores que absorba el calor y mantenlos bien purgados. Apaga los de las habitaciones que no uses y cierra las puertas, compartimentando espacios.
  • No pienses en tu casa como un todo que está siempre encendido o apagado.
  • En verano, baja las persianas por el día si tu fachada recibe mucho sol. Un toldo rebaja mucho la temperatura en el interior.
  • A veces, puede ser suficiente un ventilador en lugar de aire acondicionado.
  • Normalmente, el aparato que más consume. Mantenlo bien ventilado y lejos del sol o de electrodomésticos que den calor y no metas nada caliente.
  • No es un armario: tomates, fruta, huevos… hay muchos productos que no necesitan o para los que no se recomienda el frío.
  • Antes de abrir la puerta, piensa qué necesitas y no después.
  • Ajusta la temperatura al mínimo posible.
  • Calentar el agua para mezclarla con fría después es más costoso que calentarla solo lo necesario.
  • Mantenlos en buen estado.
  • Usa agua fría siempre que sea posible.
  • Si están en el exterior, es aconsejable cubrir las tuberías con algún aislante para que el calor no se escape.
  • Usa la luz natural, evitando cortinas gruesas o muebles que tapen la luz de las ventanas o paredes de colores oscuros que no reflejan la luz.
  • El led consume hasta un 80% menos. Si todavía tienes alguna bombilla incandescente, es posible que esté consumiendo más que todas las demás juntas.
  • Mantenlas bien limpias y oriéntalas para que iluminen solo donde se necesita.
  • Encender y apagar NO gasta más energía.
  • Apaga siempre al salir de la habitación o usa interruptores con sensor de movimiento.
  • El agua caliente demanda mucha energía. En lugar relajarte bajo el agua, toma una ducha corta y relájate después de la ducha, tomándote unos minutos de descanso.
  • Tapa ollas y sartenes para evitar la pérdida de calor.
  • Aprovecha el calor residual de horno y vitrocerámica, apagando unos minutos antes de que esté cocinado.
  • El horno consume mucha energía, limita su uso.
  • Usa el lavavajillas lleno y a la menor temperatura posible.
  • Si friegas a mano, usa agua caliente solo para eliminar la grasa y aclara con agua fría.
  • Úsala a la máxima capacidad y aprovechando los programas cortos.
  • Lavar en frío o en baja temperatura puede ahorrar hasta un 90% de energía y la mayoría de las veces es suficiente.
  • En lugar de en la secadora, seca la ropa al aire si puedes. La ropa durará más.
  • Planchar no solo consume mucha energía, si no tu tiempo. En la mayoría de los casos, doblar la ropa con cuidado y colgarla en una percha es más que suficiente.
  • Úsalo solo cuando no tengas otra alternativa y realiza una conducción eficiente: sin acelerones ni frenazos, en la marcha más larga posible, a velocidad uniforme y moderada, usando el freno motor y aprovechando la inercia al máximo.
  • Mantener la distancia de seguridad te permite prever las situaciones y evitar frenar y acelerar.
  • Si vas a parar más de 60 segundos, apaga el motor.
  • Mantén el coche y los neumáticos en buenas condiciones.

En tu empresa

Compensar la huella de carbono de tu empresa es un gesto en favor del medioambiente.

Para que no sea solo en un gesto estético o administrativo, debemos adoptar las medidas necesarias para reducir el impacto al máximo, interiorizar el cambio y llevarlo a todas las áreas del negocio.

Y, a la hora de compensar, optar por proyectos transparentes, cercanos, con un objetivo conservacionista, devolviendo así parte del beneficio a nuestro medio natural y al bien común.

¿Qué puedes hacer en tu empresa o negocio?

Las empresas, normalmente, suelen llevar a cabo un plan de ahorro energético con ayuda de una empresa especializada. Los sectores industriales o las grandes empresas precisan de medidas técnicas específicas que aquí no podemos tratar. Pero hay algunas medidas sencillas, de sentido común, que se pueden adoptar a otro nivel, sean cuales sean las características de la empresa.

Lleva un control del consumo y estudia las desviaciones.

Conciencia a tu plantilla o tus compañeras/os de trabajo para que apoyen las medidas. Se puede designar a una persona encargada de velar por que se cumplan y que monitores, impresoras, aires acondicionados, salas de reuniones y otros aparatos o maquinaria que no se esté usando estén apagados, sobre todo, fuera del horario de trabajo.

Y, aunque no lo podemos calcular, la correcta gestión de los residuos también minimiza la huella. Debe considerarse como una tarea más, obligatoria, y, para ello, debe contemplarse como tal a efectos de cómputo de tiempos, recursos, etc.

Programa el mantenimiento de todos los aparatos, como aire acondicionado, calefacción, etc para mejorar su rendimiento.

Aprovecha la ventilación natural cuando sea posible. Es más eficiente, sana y agradable. La solución para una ventana de cristal al sol que produce demasiado calor no es encender el aire acondicionado, sino abrirla.

Organiza los muebles o las mesas de trabajo para aprovechar la luz natural.

En los ordenadores, son mejores los fondos de escritorio oscuros y salvapantallas negros, sin animaciones. El monitor debe entrar en reposo a los 10 minutos de inactividad y el ordenador a los 60. Racionaliza el uso de aplicaciones y manejo de grandes cantidades de información. Cuanto menos trabaje el procesador, menos energía consumirá. Y, aunque no los veamos, hay grandes servidores que gestionan todo nuestro tráfico en internet. Es un gasto energético invisible, con un elevado coste medioambiental. Los aparatos, además, generan calor en las oficinas, aumentando la demanda en refrigeración.

Limita el uso de la impresora, revisa lo que vas a imprimir en pantalla y no en papel y usa el modo borrador cuando sea posible.

Un horario flexible ayuda a usar el transporte público, la bicicleta, compartir vehículos.

Los coches de empresa pueden ser híbridos, de bajo consumo o eléctricos.

Carece ya de sentido viajar largas distancias para asistir a encuentros o eventos corporativos. Ya hemos comprobado que es posible mantener una buena comunicación sin necesidad de estar presente. Estudia bien cada viaje e intenta evitarlo siempre que no sea imprescindible.

Ten presente tu huella y trabaja para reducirla

Estarás luchando de verdad contra el cambio climático.

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Si eres una empresa, contáctanos y hablamos.